Muchas veces la compra de un ordenador nuevo no soluciona todos nuestros problemas o cumple todas nuestras expectativas y ello se debe mayoritariamente a los programas que vienen incluidos por defecto más los que instalamos nosotros y luego no utilizamos.
Estos programas se instalan siguiendo acuerdos de los fabricantes con las empresas de software, por lo que el criterio que se sigue para su instalación no es precisamente el de optimizar el rendimiento de la máquina, lo que ocasiona tener que trabajar en el mantenimiento del equipo para eliminarlos si queremos adaptarlo a nuestras necesidades.
La mayoría de estos programas son demos, es decir, programas de pago que se ofrecen gratuitamente durante un tiempo determinado, transcurrido el cual se puede adquirir la licencia completa opcionalmente o dejará de funcionar.
La mayoría de ordenadores vienen con Windows preinstalado, lo cual también es totalmente modificable, pudiendo reinstalarlo completamente para eliminar todos los programas innecesarios e instalar los que nosotros queramos, haciendo previamente un respaldo de las aplicaciones y programas que sí usemos.
Otra opción es instalar una distro de Linux, que es más personalizable todavía y funcional o se puede compartir el disco duro con ambos sistemas que es lo que la mayoría de gente hace para poder seguir usando sus programas favoritos y juegos en una u otra plataforma, independientemente de emuladores.
Aunque si no quieres una opción tan radical, puedes optar simplemente por eliminar los programas innecesarios para liberar recursos y aumentar el rendimiento, algunos de los programas que puedes borrar son
Demo de juegos,antivirus, programa edición de fotos de la webcam y en definitiva cualquier programa que no precises para tus funciones habituales, los cuales puedes desinstalar habitualmente desde el menú de Inicio de Windows.
Vía| techtastico
