Si cuando estudias tienes la sensación de que el tiempo se detiene, un estudio realizado recientemente en el Reino Unido podría extrapolar esta sensación que habrá tenido todo estudiante en su vida académica a un contexto perceptible en nuestra biología y esperanza de vida.
El estudio se basó en el análisis de 450 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 56 y 73 años, sin tener en cuenta ciertos datos sobre sus hábitos de vida o posición económica, pues parece ser, según las conclusiones a que llegaron en ese estudio, que esos factores no serían determinantes en el proceso de envejecimiento.
Los marcadores que valoraron con mayor precisión para determinar el proceso de envejecimiento en cada uno de los individuos sometidos al análisis fueron las dimensiones de los telómeros celulares, puesto que es uno de los marcadores principales a la hora de determinar el proceso de envejecimiento en la especie humana, puesto que cuanto más largo sean, más veces podrán dividirse sus células y aumentar su esperanza de vida, mientras que cuanto más cortos, menos divisiones y por lo tanto menos tiempo de vida para el sujeto.
Los telómeros celulares podrían definirse como un temporizador que controla el tiempo de vida útil en las personas. Según Fundación Británica del Corazón y el Consejo de Investigaciones Médicas (MRC) que llevó a cabo el estudio, determinó que las personas con una formación académica superior envejecerían más despacio que aquellas personas con un nivel de estudios bajo, cuyos marcadores se encontraban notablemente más desgastados que los de aquellos usuarios que contaban con una amplia formación académica, obteniendo como conclusión que esto podría ser un factor determinante en el proceso de envejecimiento de las personas, aunque en el estudio no se explican los mecanismos de interacción en la manera que influiría la formación en dicho proceso.
Vía| Muy interesante
