El tabaco es un hábito nocivo tanto para la persona que fuma como para los que le rodean. El endurecimiento de las legislaciones referentes a la ley del tabaco que se han promulgado recientemente en varios países de la Unión Europea junto con la crisis económica y la subida de los precios de la totalidad de las marcas existentes, invita a plantearse seriamente el abandono del vicio a favor de una vida saludable.

Estamos tan acostumbrados a escuchar los perjuicios a los que se encuentran sometidas las personas fumadoras, que a muchos han dejado de motivarle esas razones para dejar de fumar,ya que aunque las consecuencias a mediano y largo plazo son graves, cáncer, enfisema, bronquitis entre otros. Muchos consumidores de cigarrillos parecen haberse acostumbrado a la mala prensa del tabaco y ya no les motiva, pese a que se juegan la vida en ello.

Beneficios de dejar el cigarrillo

Una buena alternativa al dramatismo que supone asumir en los daños derivados del pernicioso hábito de fumar, consiste en centrarse en las cosas positivas que obtendremos al dejar el vicio.

Dependiendo del hábito y las condiciones físicas del fumador, los efectos en el organismo pueden tardar más o menos tiempo en percibirse, pero lo que sí se nota desde el primer minuto es la economía, ese es un buen motivo para empezar, porque ¿A quién no le motiva tener más dinero? Si metes en una hucha todo lo que gastas al mes en tabaco en poco tiempo tendrás para darte algún capricho que saborearás mucho más que el humo de un cigarrillo.

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Los beneficios al dejar de fumar no son nada despreciables, por lo que cada vez que atravieses una crisis de ansiedad, conviene mentalizarse de que es un trance pasajero y centrarte en la parte positiva del proceso.

Empezamos por la apariencia física, ya que el tabaco envejece prematuramente la piel y aunque ese es un efecto que no se nota enseguida, hay otros que se empiezan a notar rápidamente, como dientes y unas amarillas, por no hablar del aliento pestilente en las mañanas.

El tabaco aumenta considerablemente la presión arterial, por lo que al abandonarlo las posibilidades de sufrir un infarto de miocardio disminuyen.

Fumar también nos inhibe el sentido del gusto y el olfato, que tras dejarlo se agudizarán nuevamente haciendo que disfrutes más de la comida.

El punto más importante es que las posibilidades de padecer un cáncer de pulmón se reducirán a la mitad, ya que el cáncer es la primera causa de muerte asociada a los fumadores.

Categorías: Salud

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