Muchos consejos sanitarios basados en la sabiduría popular tienen su explicación científica, aunque en muchas ocasiones se desconoce y nos limitamos a transmitir dichas recomendaciones para seguir con la tradición de inculcar los consejos que una vez nos dieron.
“Un vaso de vino en las comidas aporta salud” Esta es una frase muy extendida, que se ha adoptado generalizadamente como cierta, aunque muchas personas no conocen en su totalidad las propiedades por las cuales se le atribuye al vino las características que ayudan a mantener un óptimo estado de salud.
Esta es una creencia extendida mayoritariamente sobre la gente mayor y lo cierto es que no se equivocan, el vino es un excelente tónico para nuestro organismo siempre que se tome en las medidas y proporciones adecuadas. El vino que contiene tales propiedades curativas es el vino tinto. Hace algunas décadas se tenía la sana costumbre de acompañar las comidas con un buen vino tinto, de hecho, muchas personas longevas aseguran haber seguido esta costumbre durante décadas. Actualmente el vino ha sido sustituido en nuestra gastronomía por gaseosas y otras bebidas insalubres que no nos aportan valor nutricional.
El vino tinto tiene excelentes propiedades para conservar el buen estado de salud, especialmente el corazón, ya que reduce la inflamación,disminuye los coágulos sanguíneos y regula la presión arterial, lo que conlleva a que el corazón haga menos esfuerzos, reduciendo las posibilidades de tener accidentes cardiovasculares.
Los múltiples antioxidantes que se concentran en el vino tinto son los responsables de sus beneficiosos efectos sobre el organismo, especialmente el resveratrol, al que se le atribuyen propiedades que ralentizan el proceso de envejecimiento e incluso es utilizado en tratamientos de belleza y concentrado en cápsulas para tratamientos antiaging. Los vinos con un mayor índice de resveratrol son originarios de Francia,Chile y España.
