El fracaso es una situación inherente en el ser humano, fracasar forma parte de la vida y en ocasiones nos brinda la posibilidad de empezar de nuevo, descubriendo un abanico de posibilidades que no habríamos contemplado de no ser porque nuestro camino hacia el objetivo deseado se torció.

Dentro del proceso que podríamos definir como “fracaso”convendría definir algunas incógnitas sobre porqué esta situación se da en ciertas etapas de nuestra vida y analizar el propósito de nuestro objetivo para poder considerarlo verdaderamente un fracaso, ya que en muchas ocasiones, el fracaso es una mera manifestación de nuestro subconsciente ante una situación que nos provoca rechazo o que queremos cambiar pero no nos atrevemos a manifestarlo abiertamente.

Fracasar en la escuela, en el trabajo o con la pareja, no tiene porque ser necesariamente un “fracaso de vida” porque la vida en sí misma es un aprendizaje de ensayo y error a través del cual  nos descubrimos a nosotros mismos y el entorno que nos rodea.

Muchas veces fracasamos porque no estamos conforme con algún aspecto de nuestra vida y el fracaso es un intento desesperado de justificar que no hemos podido conseguir lo que en realidad no queríamos, pero no nos atrevimos a cambiarlo porque nos encontrábamos presionados por la sociedad, que en cierta medida es muy hipócrita, lo que nos obliga a nosotros también a serlo en determinadas situaciones que implican elegir nuestro propio destino cuando se sale de “lo habitual”

Para evitar el fracaso, no hay nada mejor que encontrarse a uno mismo , conocerse y saber lo que se quiere para tomar las riendas de nuestro propio destino. Esto es lo que en su momento hizo Steve Jobs, el famoso empresario y recién fallecido ex CEO de Apple, es conocido por haber sido un hombre exitoso y haber destacado en ciertas áreas por encima de sus contemporáneos, pero en su momento, también pudo haber sido considerado como un hombre fracasado, cuando decidió abandonar sus estudios, porque en el fondo sabía que no le convencía el sistema educativo y que la decisión que había tomado no le proporcionaría la felicidad, por lo que tras un viaje a la India, se dedicó encauzar su destino (la prueba es que lo logró)

Recomendado  Como despertarse feliz todas las mañanas

No hace falta viajar tan lejos para saber cuando algo no funciona bien, lo importante es tener el coraje de admitirlo y querer cambiarlo, el fracaso no tiene porqué implicar el hundimiento, si lo enfocamos como una forma de reconducir la situación para mejor.

Para analizar esto, es preciso tomar en cuenta una serie de preguntas durante una situación de fracaso y ver de esta forma como podemos aprender del fracaso y de nuestros errores:

  1. ¿Qué puedo aprender de ésto? La pregunta del millón, porque si dilucidamos su respuesta seremos capaces de aplicar nuestra experiencia en situaciones similares, evitando caer en los mismos errores cometidos.
  2. ¿Qué podría haber hecho diferente? Pensar en como podrían haber sido las cosas si lo hubiesemos enfocado de otra forma también pues ayudarnos a ver los errores cometidos con más claridad para que los tengamos en cuenta en el futuro.
  3. ¿Tengo que adquirir o mejorar algunas habilidades? Nuestra falta de conocimiento o destreza en alguna u otra área, también nos puede inducir a cometer errores que podríamos haber evitado pensando previamente en lo que podríamos necesitar al respecto.
  4. ¿De quién puedo aprender? A falta de experiencia propia, podemos recabar experiencias ajenas que nos ayuden a para recopilar información en la materia que nos evite caer en los mismo errores que ellos cometieron.
  5. ¿Qué voy a hacer ahora? Lo más importante para no volver al punto de partida y que garantice el éxito de nuestros propósitos.
Categorías: Sociedad

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.