En esta ocasión, desde EnterTecno, queremos hablarles de la importancia que tiene para la salud, el horario de las comidas. Es decir que las horas a las que comemos influyen en nuestra salud.
Si bien ya era sabido que los alimentos que consumimos son lo que somos, como aquella frase famosa que pronunciara el medico griego Hipócrates, que decía «que el alimento sea tu medicina», ahora también sabemos que los horarios en los que comemos tienen gran importancia en nuestra salud.
A partir de un estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de San Diego y del Instituto Salk, en Estados Unidos, y publicado en la revista Science, se pudo llegar a la conclusión que la hora en la que ingerimos los alimentos son fundamentales para nuestra salud.
El experimento realizado por los investigadores se hizo con moscas de fruta. Teniendo en cuenta que tienen una esperanza de vida de aproximadamente 30 días, el objetivo era averiguar cuales serían los efectos de cambiar los parámetros de la alimentación diaria. Para ello, distribuyeron las moscas en 2 grupos: el primero de ellos fué alimentado durante todo el día con una dieta basada en harina de maíz, mientras que al segundo lo alimentaron solamente durante 12 horas. Los resultados fueron conclusivos a las 3 semanas.
Las moscas pertenecientes al segundo grupo poseían mejores patrones de sueño. Además, no subieron tanto de peso y su corazón era mucho más saludable. Estas conclusiones se ratificaron con un segundo experimento, pero ésta vez con moscas mayores: los corazones de las moscas adultas se volvieron aún más sanos.
Satchidananda Panda, coautor del estudio, explica que luego de secuenciar el ARN de las moscas se pudieron identificar 3 vías genéticas. Es por ello que “los resultados refuerzan la idea de que el patrón de alimentación diaria tiene un impacto profundo en el organismo y en el cerebro”.
La duda radica en saber si el experimento realizado con moscas también funciona con humanos. Girish Melkani, coautor del estudio, aclara que «los humanos no consumimos la misma comida todos los días, y nuestro estilo de vida es un factor determinante de cuándo podemos o no comer. Pero al menos, nuestros estudios nos sugieren que nos deberíamos hacer las mismas preguntas en los seres humanos”.
