El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida más conocido como SIDA, es una de las enfermedades que más muertes produce cada año en todo el mundo, pero tras más de dos décadas de convivencia con esta cruel enfermedad la cura todavía no ha sido encontrada, pero tampoco el origen, ya que siempre se le ha atribuido al virus VIH el desencadenante de la enfermedad pero lo cierto es que nadie ha mostrado pruebas concluyentes de su existencia.
Simplificando la terminología clínica asociada al SIDA, la enfermedad consiste en una supresión total del sistema inmucnológico, dejando al individuo indefenso hasta el punto que una simple gripe podría matarle. Este hecho por si mismo no produce la muerte, porque lo que desencadena los problemas de salud no es la inmunodeficiencia que supuestamente produce el VIH, sino las enfermedades que comienzan a proliferar en el individuo derivadas de su falta de defensas o las mismas drogas que se le suministran en los centros de salud para paliar el virus.
El uso de drogas y la exposición continuada a ciertos agentes tóxicos pueden acarrear una supresión total del sistema inmunológico y la incapacidad de la médula osea para producir tejido linfático exponiendo al individuo a un cuadro crítico ante cualquier infección por simple que sea.
Prevención y tratamiento del SIDA
El enfoque del SIDA como enfermedad tóxica, nutricional y oxidativa permite que esta pueda tratarse, prevenirse y erradicarse en forma efectiva, fácil y barata (178,179), como se esta logrando en muchos paises.
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