En esta ocasión, desde EnterTecno, queremos comentarles a todos nuestros lectores, algunas formas naturales de reducir la inflamación en el rostro.
La inflamación en el rostro puede ser muy molesta, y no sólo por el dolor que puede llegar a causar, sino por la transformación que se produce, que en muchos casos puede preocupar en demasía. Sin embargo, debemos estar tranquilos y saber que esto seguramente se debe a alguna alergia o manipulación del cerebro que se manifiesta de esa forma.
Consejos para reducir la inflamación en el rostro
- Como les decíamos, las causas de la inflamación en el rostro pueden ser diversas, como por ejemplo un golpe, una cirugía, alergia o manipulación del cerebro, siendo un proceso necesario, previo a su curación. En estos casos, es imprescindible mantener la calma, ya que la duración para que todo vuelva a la normalidad suele ser de entre 36 a 96 horas, es decir, entre un día y media y cuatro días.
- Teniendo en cuenta que la inflamación en el rostro suele aparecer uno o dos días despues de la causa que la produce, es recomendable no consumir, por ese período de tiempo, a modo de precaución, alimentos con mucha sal, ya que ésta retiene el agua y favorece la inflamación. Además, será fundamental aplicar algo frío en la cara, como un paño o hielo.
- Tres plantas naturales son muy efectivas para reducir la inflamación del rostro: el tomillo, el oregano y la ortiga verde. Será necesario hacer una infusión con ellas y luego beberlas a diario.
- Otro consejo para reducir la hinchazón del rostro es masajear los ganglios linfáticos, que se encuentran en la zona superior del cuello y son los encargados de expulsar la inflamación del cuerpo. Los masajes deben ser realizados con suavidad.
- Dormir con la cabeza apoyada en la almohada o con la parte superior del cuerpo elevada en relación a la parte inferior, es otro de los aspectos importantes a considerar cuando sufrimos de hinchazón en el rostro. Esto es así porque de esta forma se evita que los fluídos se acumulen dentro del tejido facial.
- Medicamentos antiinflamatorios son una solución lógica en este tipo de situaciones, aunque previamente debemos consultar con un profesional para verificar si se trata de una infección u otro problema de salud.
