Las personas celíacas son intolerantes a una proteína llamada gluten, que se encuentra en los cereales como la avena, el trigo, la cebada o el centeno. Es por eso que los que sufren este padecimiento no deben ingerir, bajo ningún concepto, este tipo de alimentos y tampoco otros que lo contengan, ya que en ese caso se debilitará el intestino delgado y dejará de absorver correctamente los nutrientes.
En el caso de tener un bebé celíaco, la mejor forma de comprobarlo será introduciendo en su dieta pequeñas cantidades de alimentos con gluten para ver como responde. De todos modos, deberás prestar mucha atención y saber que existen gran variedad de alternativas para alimentar a tu pequeño, por lo que nosotros te daremos algunas recomendaciones.
Cómo alimentar a tu bebé alérgico al gluten
Si tienes la certeza de que tu bebé es alérgico al gluten, deberás evitar que consuma cualquier tipo de alimento que contenga esta proteína. Los cereales comienzan a introducirse en la dieta de los bebés a partir de los 4 o 5 meses de vida, aunque existen cereales sin gluten que podrán ingrerir sin problemas. Con posterioridad deberás comprobar si tu niño es intolerante al gluten, alimentándolo con algún producto que contenga la proteína y estar atento los días sucesivos ante la posible aparición de alergias.
Los especialistas recomiendan alargar el período de lactancia materna, ya que esto ayuda a reforzar el sistema inmunológico del bebé, obteniendo de esta forma un mayor número de defensas, y reduciendo el riesgo de ser celíaco en el futuro. Estudios científicos han demostrado que el riesgo de ser alérgico al gluten disminuye hasta en un 60% en aquellos bebés que fueron amamantados hasta los 8 meses de vida.
Si ya has comprobado que tu bebé es celíaco y está en la etapa de comenzar a ingerir cereales, tendrás la alternativa de comprar en cualquier supermercado o tienda, aquellos que no contienen gluten, como por ejemplo el maíz o el arroz. Presta especial atención al detalle de su composición para comprobar que no contienen dicha proteína.
La alimentación de un bebé celíaco es mucho más complicada que la de un bebé que no lo es. En este sentido, deberás tener siempre en cuenta que su dieta debe estar basada en productos naturales y frescos, evitando de todas las formas posibles los alimentos preparados o manufacturados.
A partir del año de vida del bebé, tu pediatra te recomendará introducir en su dieta, algunos alimentos como los huevos y las legumbres, ya que aportan proteínas e hidratos de carbono. Al comprarlos, presta especial atención a que sean exentos de gluten.
Cuando cocinas en tu casa, deberás tener mucho cuidado de no mezclar los utensilios con los que preparas la comida familiar con aquellos con los cuales preparas la alimentación del bebé. A su vez, tendrás que mantener una higiene adecuada en todo momento. De esta forma evitarás la contaminación cruzada, y estarás libre de probables reacciones alérgicas.
Cuando salgas a comer a un restaurante, asegúrate que posean una carta con alimentos para celíacos. En la actualidad, existen cada vez más lugares en donde ofrecen este tipo de alimentación, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de las personas que padecen esta problemática.
