El séptimo arte no va mal encaminado cuando representa a las autoridades norteamericanas como un hervidero de intrigas en las que la moneda de cambio es el espionaje tanto nacional como internacional y el almacenamiento de datos para poderlos usar en un futuro quizás no muy lejano, porque la información es poder y para los Estados Unidos cualquiera puede ser el objetivo.
Según un reportaje emitido por el NewYork Times en 2005, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) habría recopilado nada más y nada menos que 20,000,000,000,000.000 de datos en esta última década con la colaboración de las compañías telefónicas, omitiendo los derechos constitucionales de los ciudadanos con la prepotencia que los caracteriza, después de todo ellos son USA, y “usan” lo que quieren y a quien quieren.
El caso, es que para desencriptar esas toneladas de información y según la fuente mencionada, pretenden construir un superordenador alimentado por megarecursos de la NSA con el objetivo de poder desencriptar los datos a través de fuerza bruta, puesto que hay que tener en cuenta que parte de la información que recogen proviene de fuentes que utilizan sistemas de encriptado como el correo electrónico o los navegadores web, por lo que la información llega ilegible a sus servidores.
Vía| fayerwayer
