En estas fechas caracterizadas por la opulencia de las comidas familiares, compras compulsivas y supuestos buenos propósitos, cabe reflexionar sobre todos aquellos seres humanos que no han tenido la “fortuna” de nacer en un lugar de la Tierra, dónde la única preocupación de sus habitantes es aspirar siempre ha tener más sin percatarse a veces de que millones de personas en el mundo, sobre todo niños, mueren a diario por no tener lo básico.

En estos precisos momentos, los representantes gubernamentales se reúnen periódicamente para afrontar el problema de la crisis y devolver a los ciudadanos el desaparecido “estado del bienestar” para incentivar nuevamente la economía y permitir que retorne el consumismo que parece haber menguado en los últimos años, pero en lo que nadie repercute, es que en el  continente al que todos llamamos despectivamente “el tercer mundo”, llevan toda la vida en “crisis”, pero no por no poder consumir, comprar o irse de vacaciones, sino porque no tienen lo más básico e indispensable para poder vivir dignamente y su futuro se encuentra totalmente hipotecado, pero no por los bancos, como le sucede a la mayor parte de los países “desarrollados” sino porque el futuro de África, que son sus niños, mueren indiscriminadamente por enfermedades totalmente curables por falta de recursos, no están escolarizados, los explotan laboralmente y sexualmente, pero lo peor de todo, es que la mayor parte de ellos mueren de hambre en un planeta extremadamente rico y lleno de recursos, mientras los mandatarios de todo el mundo, se reúnen en copiosas cenas debatiendo sobre los problemas que ellos mismos han creado.

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Vía| Actual tecno

Categorías: Actualidad

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