La biodiversidad es una de las mayores riquezas de nuestro planeta, en el que conviven millones de especies en armonía valiéndose exclusivamente de su propia naturaleza para existir.
http://youtu.be/f3xXLxIbiXw
En un mundo donde la supervivencia es la clave y donde la vida depende en algunos casos de lo rápido que se pueda llegar a ser, la velocidad se convierte en un factor indispensable para la preservación de la vida.
Si alguna vez te preguntaste cual es el ser vivo que ostenta el puesto de ser más rápido del planeta, debes buscar la respuesta en las esporas de un hongo que crece en el estiércol. Las esporas del Pilobolus son lanzadas a dos metros del estiércol a una velocidad que puede llegar de e cero a veinte millas por hora en apenas dos millonésimas de segundo, para volver a caer sobre la hierba y que sea consumida nuevamente por los herbívoros, regenerando así el ciclo de la vida.
Vía | Neoteo