El iPhone acaba de superar uno de los mayores retos de su historia, cuya hazaña bien podría formar parte del Libro Guinness de los Records, por tratarse del teléfono móvil que ha sobrevivido a una caída desde mayor altura que jamás se ha documentado.
Jarrod McKinney es un aficionado al paracaidismo que en una de sus últimas salidas saltó desde 4.000 metros de altura llevando consigo su iPhone, probablemente para inmortalizar el salto con alguna instantánea, cuando un desafortunado incidente hizo que el dispositivo se le escapara de las manos y se precipitase al vacío.
Lo curioso del asunto, es que el paracaidista localizó su terminal una vez en tierra, mediante una aplicación GPS instalada en el iPhone y para sorpresa del afectado y su equipo, éste sólo había sufrido graves daños en su carcasa y había destrozado su pantalla, pero no había alterado su funcionamiento.
Vía | Extremísimo
