En el control de la natalidad las investigaciones efectuadas hasta el momento consisten en promover la píldora femenina porque desde el punto de vista biológico resulta más sencillo controlar un ciclo de un óvulo en 28 día que millones de espermatozoides diarios, pero una nueva línea de investigación podría abrir una nueva vía en los sistemas anticonceptivos actuales.
Un nuevo estudio se centra en el compuesto JQ1, una molécula capaz de interrumpir el proceso natural de la espermatogénesis que es el proceso mediante el cual los espermatozoides maduran y se desarrollan, lo que reduciría en gran medida su movilidad y su calidad, produciendo una esterilidad reversible que podría reanudarse en la supresión del compuesto.
La ventaja de este sistema es que no afectaría a las hormas masculinas que interfieren en la lívido y la potencia sexual, por lo que únicamente se aplicaría el compuesto con fines reproductivos para el control de la natalidad.
El sistema todavía se encuentra en fase de pruebas y ha obtenido buenos resultados en ratones. La principal ventaja que ofrecería la “píldora masculina” frente a la femenina, es que la segunda actúa mediante una combinación de hormonas sintéticas basadas en cantidades moderadas de estrógenos y progesterona para inhibir el proceso natural de ovulación mediante el cual los óvulos fertilizan y maduran, para volver a la normalidad cuando se suprime el tratamiento, pero estas hormonas no sólo interfieren en el ciclo de fertilidad de la mujer, sino que también regulan muchos otros procesos fisiológicos, motivo por el cual la mayoría de mujeres experimentan efectos secundarios cuando toman la píldora en mayor o menor medida, como aumento de peso (en algunos casos también bajada), sensibilidad mamaria por el aumento de la glándula estimulada por el estrógeno, cambios en la lívido como el aumento de deseo sexual o inapetencia en la mayoría de los casos, mal humor, dolores de cabeza (cuando baja el estrógeno) etc. Tendremos que esperar para saber como certeza la eficacia de este nuevo método, aunque finalmente será la pareja quién deberá elegir el método adecuado para el control de la natalidad que más se adapte a sus necesidades.
Vía| muyinteresante
