La albúmina es una proteína que se encuentra en abundancia dentro del plasma sanguíneo, poción líquida de la sangre que contiene los globulos blancos y rojos, y las plaquetas. Es producida en el hígado y controla la salida y entrada de líquidos a los capilares, así como también nutre los tejidos y transporta diversas sustancias por todo el organismo.
Esta proteína suele escapar de la sangre para formar parte de la orina, proceso que indica la presencia de lesiones en las estructuras del riñón. Esto no infiere gravedad cuando la cantidad sea de aproximadamente 100 miligramos en una muestra matutina. Sin embargo, según el Dr. Víctor Argueta Villamar, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital General de México de la Secretaría de Salud, «cuando la presencia de albúmina en orina es superior a 150 miligramos podemos hablar de enfermedad, sobre todo en pacientes con diabetes (altos niveles de azúcar en sangre)».
Consecuencias de padecer albuminuria
La albuminuria puede generarse por diversos eventos que inflaman las unidades funcionales de los riñones llamadas glomérulos. Según Villamar, «en ciertos casos, llega a tratarse de una condición temporal y reversible, como en el primer trimestre del embarazo normal. O bien, ser progresiva y destruir los glomérulos, lo que, en consecuencia, deriva en insuficiencia renal crónica (incapacidad para filtrar la sangre)».
El proceso de la albuminuria varía según la causa sea la diabetes o no. En éste último caso, puede deberse a procesos infecciosos o al consumo de algunos medicamentos, ya que las sustancias tóxicas o el fármaco ingerido son secretados por microorganismos y luego circulan por la sangre, llegando finalmente a los riñones. Allí, debido a la activación de las defensas automáticas por parte del organismo, puede darse una «lucha»entre glomérulos y elementos nocivos, que se desarrolla en la membrana glomerular, impidiendo el escape de la albúmina. Cuando dicha «batalla» deja lesiones en los glomérulos, la proteína puede escapar y llegar a la orina.
Síntomas
Cuando la perdida de albúmina es en cantidades importantes, el paciente puede experimentar retención de líquidos, ya que ésta proteína, en su funcionamiento normal, permite que el agua salga de los capilares, lave el exterior y regrese limpia, proceso denominado «presión oncótica».
El Dr. Argueta Villamar lo explica de la siguiente manera: «la pérdida excesiva de proteínas circulantes ocasionan que la presión oncótica se pierda, por lo que el agua se queda fuera de los capilares y ello se manifiesta clínicamente como edema (el afectado lo refiere como hinchazón en cara, ojos y piernas). Cabe aclarar que, en ocasiones, cuando el problema apenas empieza sólo es posible detectarlo mediante examen general de orina, ya sea rutinario o para otro fin». Además, el especialista agrega que «en etapas iniciales, y si la cantidad de albúmina se encuentra entre 150 y 200 miligramos, el paciente no presenta edema o hinchazón. Este síntoma suele aparecer cuando se eliminan más de 3 gramos diarios de la proteína, lo que nos permite reconocer la existencia de daño renal«. Aunque hay que destacar que si el paciente padece diabetes, aún en etapas iniciales, la enfermedad puede revestir mayor gravedad.
En este sentido, es imprescindible que se realicen exámenes de orina recolectada en un lapso de 24 horas para determinar la cantidad exacta de albúmina, complementandolos con análisis de sangre. A partir de allí, debe estudiarse al paciente mediante estudios radiológicos y biopsia renal para conocer las causas de la alteración.
Tratamiento
El tratamiento del paciente dependerá de lo que revele la biopsia. Según el entrevistado «gracias a los resultados de los estudios sabremos si hay una lesión glomerular, cuál es la lesión que está ocasionando la albuminuria y qué manejo terapéutico es el más conveniente para mejorar el futuro del paciente, pues de lo contrario, la lesión dejará daño permanente en los riñones, lo cual derivará en insuficiencia renal incurable».
Como ocurre en todos los casos, es fundamental contar con un diagnóstico prematuro y correcto, ya que de este modo la lesión glomerular puede revertirse. «En el 50% de los casos es posible restituir la salud renal, e incluso la cifra se eleva al 70% cuando se actúa a tiempo. Por tal razón tenemos que insistir a médicos, enfermeras, pacientes y población en general que no se le debe restar importancia a la albuminuria», añade el nefrólogo.
Cuando el paciente no es tratado en tiempo y forma, la enfermedad puede agravarse hasta destruir los riñones en su totalidad, perdiendo su capacidad para limpiar la sangre, excretar desechos, concentrar la orina y conservar electrolitos, llegando al punto de necesitar diálisis, que puede ser de 2 tipos:
- Peritoneal: se utiliza el peritoneo como membrana para intercambiar y eliminar las toxinas.
- Hemodiálisis: se usa un riñón artificial para extraer la sangre del enfermo, que luego podrá regresar limpia.
El entrevistado indica que es preciso aclarar que » los pacientes bien cuidados y atendidos por medio de diálisis tienen sobrevida superior a los 15 años«.
Por último, y el tratamiento más extremo, puede ser el trasplante del órgano, que permite al paciente vivir hasta, al menos, 10 años. Aunque sólo un pequeño porcentaje que se encuentra bajo tratamiento de diálisis está en condiciones de realizarse un trasplante.
