Los fumadores que hasta la fecha no hayan conseguido abandonar el hábito del tabaco con los medios tradicionales, tendrán una nueva vía para someterse a tratamiento mediante una vacuna de deshabituación.
La vacuna para dejar el cigarrillo se comercializará a finales de 2012 en Estados Unidos y se compondrá de cinco dosis que se administrarán en un plazo de seis meses junto con terapias psicológicas coadyudantes al tratamiento,
La vacuna para dejar de fumar inyecta un virus que en síntensis con las moléculas de nicotina, consiguen producir anticuerpos que bloquean los efectos narcóticos, por lo que el fumador ya no experimienta ingún placer con el cigarrillo.
Hay que tener en cuenta que muchos fumadores son adictos piscológicos al hábito de fumar, por lo que la vacuna sin una reeducación del paciente que le permita cambiar sus hábitos tampoco servirá de mucho, además no impide que las efermedades asociadas del cigarrillo como enfisema y cáncer aparezcan.